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Mostrando las entradas de mayo, 2008
Dame ojos milagrosos para ver mis ojos, Circulantes espejos vivos en mi, Cristales tremendos, más increíbles Que todas las cosas que ven. Chesterton No me precio de entendido, de desdichado me precio, que los que no son dichosos, ¿cómo pueden ser discretos? Lope de Vega ¿Vienes llegando? Si son casi las cuatro. Sobrio como un venado en en veda. Te has de haber quedado platicando con Daniel, ni que decir tiene. Ay, blog, te veo, te doy vueltas y nomás no. Te cojo entre mis manos y no te encuentro solución. Hasta eso que lo intentamos, eres un cubo de Rubrick muy mal hecho.. Ya no dices nada interesante, ya no tienes nada que decir. Ni música, ni literatura, ni política. Un chiste no te sale, una anécdota no sirve. Ya no viajas de ride en camioneta, ya no te quedas en hoteles de provincia, ya no lees a Tolstoi. Eres un puto manojo de nervios, mi vida. Te veo en el metro (¿Qué linea? ¿Nueve... café? Temblando con lagrimas mientras ves los cristales a las nueve de la noche), y eso pareces:
Ev'ry man, has a flaming star A flaming star, over his shoulder And when a man, sees his flaming star He knows his time, his time has come Flaming star, don't shine on me, flaming star Flaming star, keep behind me, flaming star There's a lot of livin' I've got to do Give me time to make a few dreams come true Flaming star When I ride, I feel that flaming star That flaming star, over my shoulder And so I ride, front of that flaming star Never lookin' around, never lookin' around Flaming star, don't shine on me, flaming star Flaming star, keep behind me, flaming star There's a lot of livin' I've got to do Give me time to make a few dreams come true Flaming star
Amanecí con una hueva inmensa que amenaza con acabar conmigo siquiera antes de pisar la calle, una hueva de proporciones bíblicas. Siempre me gustó esa frase, “proporciones bíblicas”, aunque no estoy muy seguro de que significa. La escuché en Ghostbusters cuando era niño, la escena donde los cazafantasmas le explican al alcalde de New York lo que pasará sobre la ciudad a causa de las descontroladas energías ectoplasmicas que pululan el ambiente si no los deja actuar como es debido. “Una catástrofe de proporciones bíblicas, señor alcalde”. Desde entonces utilizó la frase cuando deseo exagerar algo. Como yo veía la Biblia latinoamericana de mi casa, esa de medio metro de altura con cantos dorados y una estampa de la Virgen de Guadalupe en la portada, a mi me parecía que las proporciones bíblicas deberían ser enormes. Proporciones épicas, pensaba yo, aunque tampoco tenía mucha idea de lo que eso significaba. Ahora supongo que el doctor Egon Spengler se referiría a las plagas de Egipto, o
Dicen que la intención es lo que cuenta, pero dicen muchas cosas todo el tiempo. Dicen también que todo se cura con paracetamol y no por eso les creo. Pero está bien, aquí estamos de nuevo, y después de lo de abajo, escrito con los ojos lagañosos del que se levanta con la boca pastosa y con la aprensión propia de quien amanece con sinusitis existencial (dicese de cuando la existencia se te atora en la cara creando una espesa capa de moco entre tu cerebro y tus sentidos exteriores) supongo que más vale escribir algo más extenso, más decente y menos misterioso. Algo que demuestre a mis pobres padres que estoy vivo y bien, o que no me genere reclamos más tarde de gente que es incapaz de tenerse la boca callada si yo me hecho un pedo. Para colmo en el quizz de facebook salió que de los filosofos franceses yo era Sartre. Carajo, me dije, pero si yo aun tengo sentido del humor. Pero pudo haber sido peor. Pude haber salido Braudillard. En fin, un rato de mal humor todos lo pasamos, y sobre
"No son las catástrofes, los asesinatos, las muertes, las enfermedades las que nos envejecen y nos matan; es la manera como los demás miran y ríen y suben las escalinatas del bus" . Que miserable e insoportable amanece algunos días la existencia. El puto cansancio del reclamo en la espalda (¿y a mi qué chingados? intento decirme). El cielo gris, la alfombra sucia del mismo color, los muertos ausentes en su abismal indiferencia, con árboles y flores atravesándoles el pecho. ¿Y si por un momento resultara que no es uno? ¿Y si no soy yo quien mira las cosas así? Tal vez es la misma existencia, qué es maleable e inteligente y se dobla sobre si misma para hacerse insoportablemente lenta, o al contrario, veloz de una manera absurda. Tal vez no es uno, si no la existencia misma, con ganas de joder al prójimo. Tal vez sólo es es el clima. Ever feel this way... Ever feel this way You're not the only one who, feels this way
"Pain? Pain is like love, like compassion! It is a thing only for lesser men. What is pain to Doom ?" - Victor Von Doom.

Volver!

Acá escribo, de nuevo. Tengo Internet en casa desde hace un rato, pero no me animo a escribir en el blog. Las tentativas de abajo son una muestra de lo que sucede. He esperado por un mejor clima, un mejor estado de animo, algo que bajara como milagro con la lluvia, para escribir aquí. Porque no quiero cansar a la gente que lea, ni molestar con las lloricas ocurrencias del día. Y es que este blog se ha convertido en un modo de molestar a la gente, sin quererlo. Pero como el tiempo ese no llega, y como la cabeza zumba y va para largo, lo mejor es sentarse y escribir y dejar que todo vaya fluido. Hacer un esfuerzo siempre es bueno, mejora el estilo, que no puede andar ahí por le mundo nomás dependiendo de la puta inspiración. Así que este es un regreso oficial, pues, por si a alguien le importa. Planeo escribir unas dos veces a la semana, mínimo y quien sabe, a lo mejor hasta inaugurar una sección donde hablo como un insoportable nerd sobre mis acetatos. Sería el disco semanal, o algo
En la radio (últimamente escucho mucho la radio) Anabel Ochoa dice una frase interesante: “Muchas veces creemos que amamos a los hombres pero en realidad sólo tenemos problemas con otras mujeres”.
llueve
I just lost all my friends in town

08 de mayo

No hay nada más melancólico que una central de autobuses. El dolor de la espalda, el mareo, el olor repulsivo y constante a diesel quemado y desinfectante. La tristeza siempre es física, se aloja en los cuerpos, el estomago, la nuca, en un lugar que no existe justo detrás de los ojos que se siente extraño cuando le pega la luz del sol. Es un malestar general. Salgo de la central para fumar un cigarrillo. La mayoría de los locales están cerrados, la librería quebró hace mucho tiempo. Afuera un vagabundo ezquisofrenico boxea furiosamente con el aire. Me repito a mi mismo. Si el paisaje está en mi ¿cómo lo describo? ¿por si mismo? ¿por mis sensaciones?. El sol amarillea la hierba en mil quinientos kilómetros a la redonda, pero el sol tambien cae en mi nunca, blanquea mis pensamientos, mi bienestar. El cemento gris, azul, verde, colores institucionales. Pero aumenta la lejanía en mi interior. Me repito a mi mismo.