On silence
Silence is the unbereable repartee G.K. Chesterton Ay, el silencio y sus juegos de palabras, sesesos, susurros, apenas útiles para este idioma, ésta lengua barbada con el ropón llena de parches.
Tesis doctorales sobre el silencio, ensayos de revista semanal, reflexiones larguísimas, atribuladas, calcos de viejas pinturas con ermitaños sin lampara en un bosque.
El silencio y sus cuatrocientas voces, sus cuatrocientos mandarines alemanes con palabras intraducibles explicadas al pie de pagina.
Qué saben del silencio, ni siquiera es el canto del grillo, la sirena en la noche, el zumbido agudo del agua en el tímpano que los adolescentes sufren al volver de la alberca, la soledad en la que piensan sobre una conocida a quien nunca pueden dirigir la palabra.
Y luego el mar con su roca, espuma y niebla, el color amarillo, el azul del cielo surcado por gaviotas. Discuten en las salas de conferencias, en los congresos de hombres de letras, el humo d