"Bienvenidos: hotel Gran Meliá, Caracas"

He notado que a pesar del mal gusto
un poco insultante
de la Cuarta República
las paredes de mi hotel hablan
susurran mensajes
cuentan historias cifradas
de la vida interior de quien lo habita

Dicen por ejemplo:
“Ámpelo
del griego antiguo
cepa de vid
hijo de sátiro y ninfa
-buena combinación ahí-
compañero y amado de Dioniso
dios del vino y la embriaguez sagrada”

Dicen también:
“A Páncrates de Alejandría se le atribuye la siguiente máxima
en el caso del amor
todo aquello que no se realiza
se convierte en algo fantasmal y frustrante
que el paso del tiempo
no logra atenuar”

Pero no quiero construir un poema
de las citas obscenas que encuentro
en las paredes y adornos
de un lugar tristísimo
como una habitación de hotel

Voy buscando un relato propio
algo que no recuerde
batallas perdidas de dictaduras pasadas

La inscripción dirá:
“Amó mucho
bebió más
fumó lo suficiente
y mierda
sonreía siempre
con un vaso en la mano”


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